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Semana Cultural 2019. Sábado 20 de julio. Viaje cultural a Sotosalbos, Arcones y Navafría
5. Visita a Navafría I
Después de tanto comentar la caldereta de Arcones, llegamos al Restaurante La Matita, fundado en 1945, en Collado Hermoso, con cierto apetito que, bien mirado, más bien era puro hambre.
De todos los viajes culturales a los que he asistido, doy fe de que esta ha sido, también por opinión general, una de las mejores comidas en calidad, si no la mejor; también por la atención recibida.
Disfrutamos; porque además el local también ofrece amplitud y comodidad.
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Para Navafría se cumplió con la programación de visitar el famoso martinete y, después, para los que quisieran combatir el calor, visitar El Chorro o bañarse en las piscinas naturales del río Cega.
Como nos sobraba tiempo antes de la visita, disfrutamos de un agradable paseo por una magnífica senda paralela al río Cega. Una senda cuidada, que también es una GR, y que nos dio una idea de lo que se podría hacer respecto a nuestros caminos paralelos al río Frío, o una senda para El Soto... Fuentesalada... de entre las muchas que tenemos. Otra constatación no exenta de dolor.
Algunos metimos los pies en el río, al modo de como lo hacíamos en Madrona, y nos refrescamos entre fresnos y prados.
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El martinete, por ser su elemento principal, da nombre a una suerte de fragua donde se funde el cobre y se elaboran objetos con este preciado metal. Para su fundición se requiere una temperatura mínima de 1.150 grados centígrados, un objetivo sorprendente que conseguían a base de mucho carbón y aventamiento.
El martinete es una enorme viga en cuyo extremo se inserta una pieza de acero destinada a moldear el cobre recién salido de la fundición. Lo curioso de este ingenio es que lo movía diversos mecanismos impulsados por la fuerza de una gran rueda accionada por el agua del río Cega.
El martinete actual es original de la familia de Victoriano Abán. Parece ser que este apellido era propio, siglos atrás, de artistas caldereros.
Texto extraído de http://segoviaturismo.es/ven-a-segovia/turismo-industrial/patrimonio-industrial/2841-martinete-navafria
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Desde finales del siglo XVII se documenta la presencia en España el martinaire francés Juan Abán, contratado para realizar los trabajos técnicos de la fábrica de cobre de Calamocha (Teruel).
El mismo apellido Abán vuelve a constatarse en Priego (Cuenca), donde también hubo un martinete. En 1861 dos hermanos, Eugenio y Manuel Abán Raso, caldereros procedentes de Vozmediano (Soria), donde existió un martinete, se instalaron en Navafría. Compraron el 50% de una sierra de agua de 1708, situada en el paraje denominado Majalcarro, para convertirla en martinete.
Aniceto Abán, hijo de Eugenio, construyó un segundo martinete aguas abajo que desde ese momento se llamó "Martinete de Abajo".
Con el cambio de generaciones el "Martinete de Abajo" pasó de Aniceto a su hijo julio, y de éste a su hijo Victoriano, manteniendo la costumbre de asegurar la continuidad del martinete siempre por la vía de los varones.Don Victoriano, el último batidor, mantuvo el sistema de producción de origen medieval hasta su fallecimiento en 1999. Su familia lo conserva en la actualidad como Museo Etnográfico. Fue declarado Bien de Interés Cultural por la junta de Castilla y León el 17 de diciembre de 1998.
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