Pretextos

Tesoros de Segovia III - Sábado 1 de abril de 2017

Marcha y visita al Palacio de Riofrío. Organizada por Asociación de Vecinos N.S.Ð.C.

2 - Por el Real Bosque hacia el Palacio

El cielo nos iba respetando, pero la amenaza de descarga no desaparecía.

Desde la Puerta de Hontoria.

Todo el bosque, el jardincito de Isabel de Farnesio, para nosotros.

A los gamos y ciervos actuales algo les pasa.

Antes acudían al caminante y pastaban cerca de la carretera.

Madrona desde cerca del palacio.

Aquí tenemos a la pequeña Irene, siempre de la mano de su padre y atenta a cualquier novedad, como este sistema de reparto de riego en piedra de granito.

A la derecha, una plantación de cerezos (creo).

Nos reagrupamos y esperamos las gestiones de las entradas.

Irene ha contactado con María, hija de Vanesa y Arturo.

Tan sólo siete años tardaron en construir este palacio, en el que llegaron a trabajar simultáneamente más de 2.000 personas.

Muchas de ellas procedentes de los pueblos limítrofres.

Por lo tanto estas piedras guardan muchos secretos de nuestros antepasados de Madrona.

Patio interior del Palacio, en piedra de granito y estilo italiano.

La anécdota que siempre se cuenta es que tiene tantas ventanas como días tiene el año.

Del interior no dejan tomar fotos.

Nuestra guía se llama Rebeca, tiene una forma de explicar que engancha (buena profesional) y, por supuesto, responde de forma convincente a todas las preguntas.

De hecho, Irene y María atienden como esponjas.

Y resalto aquí lo maravillosamente que se portaron en todo momento, incluida la visita guiada al palacio.

Enhorabuena a ellas y a sus padres, porque no es habitual que estos duendes aguanten en silencio y con educación todas las descargas de datos, nombres, fechas.... que, en ese momento, tal vez sea lo que menos las importe en su mundo.

Un comportamiento ejemplar.

* * *

Respecto a los guías, en Madrona se ha contado durante muchos años una anécdota sobre las bromas que los mozos (una generación ya desaparecida) le gastaban a Aníbal, uno de los primeros, o el primero tal vez, del Palacio de Riofrío.

Aníbal era un guarda del bosque, al que, debido a su inteligencia y saber estar, le enseñaron hacer de guía de visitantes del palacio.

Le hicieron aprender de memoria un repertorio de datos para cada una de las estancias que enseñaban.

Está en la sección Anecdotario, aquí en El Soportal.

* * *

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