Pretextos

Tesoros de Segovia III - Sábado 1 de abril de 2017

Marcha y visita al Palacio de Riofrío. Organizada por Asociación de Vecinos N.S.Ð.C.

1 - En marcha

A pesar de ser primero de abril, el día se presentó poco propicio para marchas: cielo oscuro, frío, viento, amenaza constante de lluvia... o sea, nuestros alicientes.

No estamos todos en esta foto. En total, contando a los más pequeños, 36 almas.

A cada poco, nos detenemos para observar, para sincronizarnos con el entorno, para actualizar nuestro particular android.

Parajes cruzados, por este orden: El Bote del Calvario, El Burro, La Encina Alta y, ya en término de Hontoria, Prado Honguillo, que es donde está la Puerta de Hontoria.

Regreso: salida por la Puerta de Madrid : Zagalobos, Los Colmenares (Puerta de La Losa), El Simarrón y El Azafranal.

(El Simarrón y La Sima figuran en todos los mapas como El Cimarrón y La Cima)

Rebeca y Pedro, a lo suyo, perdidos en las oceánicas inmensidades castellanas...

En el término de Hontoria, llegamos al pozo de cal que mejor se conserva de los 4 (ó 5) que conocemos.

La chiquitilla con chaleco y garrota es Irene, hija de Chari y Ángel Luis, tan espabilada como resistente.

En Madrona hemos conocido al último artesano de la cal que utilizó un horno como éste.

Ese fue el señor Aurelio de la Puente, del que tenemos en esta página varias referencias sobre él y su actividad.

Hay constancia de estos hornos desde los primeros testimonios escritos de los que disponemos: apeos de mitad de siglo XV, que ya están transcrito en la obra La Dehesa Boyal Ð Madrona.

Nando e Ignacio han entrado por el tiro de la enorme chimenea.

El Palacio de Riofrío es un bellísimo icono de toda la falda de la cordillera central.

Lástima que lo construyeran sólo con ese motivo sobre Isabel de Farnesio (léase un poco de historia, para desarrollar eso de motivos diversos... que reza en el escrito siguiente).

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En la web de Patrimonio Nacional, en Real Sitio, Palacio Real de Ríofrio, se ofrece más información de este lugar, y del interior que no dejan fotografiar.

Este texto procede de la página de Patrimonio Nacional:

Esta finca era propiedad del Marqués de Paredes y empezó a ser alquilada por Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio como coto de caza. Fallecido el monarca en 1746 la reina viuda decidió comprarlo y edificar aquí un palacio por motivos diversos, desde la voluntad de tener un dominio del que fuese señora absoluta una vez separada de la Corte, hasta la intención de dotar a su hijo pequeño, don Luis, de una residencia campestre propia.
Aconsejó en ese asunto a la reina su secretario el marqués Annibale Scotti quien, aficionado a la arquitectura y poco satisfecho con el proyecto de Sachetti para el palacio real de Madrid, influyó para crear aquí una versión corregida y algo reducida de aquél. El arquitecto fue Vigilio Rabaglio, influido sin duda por el más destacado Bonavía y, desde luego, por Scotti. Las obras, iniciadas en 1751, quedaron terminadas en 1762, pero el acceso de Carlos III al trono de España hizo que su madre, Isabel de Farnesio, volviese a representar un papel destacado en la corte y no prestase más atención a este sitio ni lo llegase a habitar nunca. Quedó incorporado al Patrimonio de la Corona por Carlos III tras el fallecimiento de la reina viuda en 1766.
Por tanto el palacio solo sirvió como pabellón de caza en el siglo XVIII y XIX y solo residieron en él personas reales durante cortos períodos en la segunda mitad del XIX, especialmente el rey consorte don Francisco de Asís y Alfonso XII cuando enviudó, correspondiendo a estas épocas la decoración interior y el mobiliario.

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