Parajes - Bernuy Ð Río Milanos

Los Berrales - y 2

Anatomía de un desastre antrópico.

La exploración física que me faltaba sobre esta zona la acometí el 29 de mayo de 2021.

Entré a Sotopalacios por un paso de pescador al lado del río. Un torno para salvaguardar la servidumbre de la ribera, el derecho de paso establecido por el art. 553 del Código Civil.

Son cinco metros de cada una de las riberas los que han de preservarse para esta servidumbre.

Para ampliar este tema, ofrezco esta dirección :

https://www.agronewscastillayleon.com/blog/celia-miravalles/servidumbres-asociadas-los-cauces-fluviales-margenes-riberas-y-camino-de-sirga

Inmediatamente el calamitoso estado de las riberas estalla ante tu vista: una situación selvática impide no ya su tránsito por las mismas, sino la mera observación del río.

La falta de control sobre la vegetación ha facilitado que bardagueras, zarzas, fresnos y álamos blancos, con un crecimiento desbordado, se hayan apoderado de estos espacios, cuya imagen es la de abandono y descontrol. Imagen que contrasta descaradamente con la de la superficie del resto del paraje: atendida, sin zarzas y con los fresnos en perfecto estado de mantenimiento.

Por tanto, el río Milanos se ha convertido aquí en un ánima que vaga por los túneles de una maleza que lo ha engullido con voracidad.

Avanzo y pronto me topo con otra realidad: las alambradas se unen a esta maraña vegetal de la ribera y no se puede caminar por ninguno de sus márgenes.

Hay que salvar la cerca de espinos como malamente se te ocurra porque el derecho antes mencionado, se lo han pasado por el arco del triunfo.

Esto va a ser ya una constante en todo el trayecto hasta salir al camino de Bernuy-Paredones.

Todos los propietarios lo mantienen vulnerado y, tal como se muestra, impunemente.

Con todo, no es esta la constatación más decepcionante, y ya es la tercera, porque la que sigue tiene elementos de tragedia.

A 27 de mayo de un año como el 2021, de precipitaciones generosas en forma de nieve y agua; una primavera de libro, resulta que el Milanos presenta un caudal moribundo, en una agonía que, para quienes le conocemos desde hace décadas, nos estremece.

Como se ha indicado, recurríamos a este río cuando los bodones del Milanos en su tramo del Soto de la Grajera ya no ofrecían condiciones mínimas para el baño.

Acudíamos con nuestras bicis hasta la misma ribera, atravesando los tramos de prado necesarios, y allí encontrábamos agua y corriente en abundancia porque, como ya se ha dicho, desde Bernuy-Paredones este río se abastecía de manantiales propios que mantenían un caudal fluido y decente durante todo el estío.

La constatación de la cantidad y calidad de sus aguas en plena primavera te hunde.

El río, sus riberas y sus bodones se han transformado durante estas últimas décadas.

La ausencia de caudal y el vertido de maleza en su cauce han destruido los bodones y la anchura del río.

No pude identificar con certeza Los Berrales, nombre que en estas circunstancias no resulta ya un contrasentido, sino una guasa.

No pude porque toda la ribera se homogeneizado a base de maleza y arboleda descontrolada, no pude ver ninguna tramo con la hondura de aquel bodón.

Tampoco encontré el bodón La Presa, por las mismas causas. Salté las últimas vallas de alambres de espino, abandoné aquel lugar entrañable con una buena colección de desgarros en brazos y piernas, en ese momento indoloros, porque me pesaba y dolía más la carga de amargura y decepción.

Causas de la desecación

Las causas de la desecación no son ningún misterio.

Tanto en Cuaderno Ð Madrona como en El Soportal, se insiste sobre esta situación.

Los cebaderos de ganados precisan de ingentes cantidades de agua, hasta el punto de que construyen sus propias balsas de purines, reseñadas incluso en la cartografía oficial; su abastecimiento se realiza desde perforaciones de más de 100 metros de profundidad; estos llamados pozos de sondeo captan las corrientes subálveas y los manantiales superficiales y reconducen sus aguas hacia sus motores de extracción.

En otra medida también operan los pozos por perforación destinados a piscinas particulares, más de 70 en Madrona, y las perforaciones abastecimiento a la ciudad de Segovia.

Esto es algo que no sólo ha acabado con las fuentes y arroyos que mantenían agua de calidad durante todo el año, sino también con los propios ríos, que únicamente mantienen caudal en los pocos días de deshielo.

Serie fotográfica.

Muy difícil me resultó obtener imágenes con perspectiva del curso del río.

Aproveché cualquier hueco o también me adentré separando cuanto pude la maraña vegetal que tunelaba el cauce para obtener imágenes.

Han pasado cincuenta años desde nuestros baños estivales y durante todo este tiempo no se ha realizado ninguna intervención de mantenimiento ni adecentamiento del cauce.

Este descontrol ocasiona la anarquía que se muestra.

* * *

¿Es este el bodón Los Berrales? Imposible asegurarlo.		El caudal, en cualquier caso es ridículo para esta época del año.

El color del agua delata su calidad.		Cómo se aprecia, no hay corriente. Tan solo agua residual, detenida.

El desastre es el mismo en cada punto. Este podría ser también el antiguo bodón...		La luz solar directa atenúa el color del agua.

Me dejé la vista y la mente revolucionada intentando dar con el famoso bodón. Éste me lo recordó poro el fresno que se asoma al cauce.		... y sólo encontraba esto...

Charca de tranquilidad. En ningún caso bodón.		El bodón La Presa estaba en un tramo parecido a este, todo abierto, despejado y accesible

Ver al Milanos con este caudal en mayo, con nieve en la montaña muy cercana... da pavor.		El cauce entero se ha anegado de arenas y sedimentos. Se le ha cercado con pastores eléctricos y alambres de espinos.

Sólo algunos patos encuentran acomodo en este desastre. De fauna piscícola, ni rastro.		Las imágenes de los sotos no presagian la penosa situación del río Milanos.

Creo que hay materia suficiente como para que la Confederación Hidrográfica del Duero se implicara en su recuperación y protección.

* * *

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