Semana Cultural 2018. Sábado 21 de julio. Viaje cultural a Granadilla, Cáparra y Hervás. 37 participantes

3.- Visita a Hervás I

A Hervás le pasa lo mismo que a Cáparra, que una visita de pocas horas lo que consigue es ponerte la zanahora en el palo.

Por motivos logísticos del bus y su conductor, no pudimos disfrutarla mas tiempo y sólo visitamos el barrio judío.

Pero Hervás ofrece mucho más.

Tiene el Museo de la Moto y el Coche clásico muy interesante por el contenido, el continente y las vistas de su mirador.

Su entrada cuesta 10 euros

Tiene el Museo Pérez Comendador Leroux cuyas excelentes críticas se pueden leer en internet.

Y tiene calles peatonales modernas llenas de terrazas y de vida, tiendas con productos excelentes de la zona... bueno, puede ser el aliciente que motive otras visitas.

Tras Cáparra fuimos directos al restaurante reservado por la organización.

Se trata de la Hospedería Valle del Ambroz, de 4 estrellas, donde nos trataron de forma exquisita y se estuvimos muy, muy cómodos.

Los trinitarios se instalaron aquí en 1664, cuando María López Burgalés y su hijo, judíos conversos, quisieron restaurar el honor familiar por su pasado y erigieron un convento con 10 celdas y capilla exclusivamente destinados a la oración.

Un siglo más tarde, los monjes abrieron el lugar a la práctica teológica y los estudios filosóficos, hasta que Mendizábal los desamortizó, en 1836.

Sus muros albergaron entonces un hospital, y luego, la casa consistorial de Hervás. Tomado de El País.

Serranía en la que se enclava Hervás.

Al fondo el antiguo convento convertido ahora en La Hospedería del Valle del Ambroz.

Barrio judío.

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