ESÐM - Parajes Ð Perogordo

La cartografía oficial (Instituto Geográfico Nacional de España, InfoIGME, Iberpix y SIGPAC, entre otras) no refleja la riqueza toponímica de todos los sitios que fueron identificados y nombrados por nuestros antepasados.

Enclaves y extensiones con nombre propio, que se reflejaron en documentos, registros, escrituras y conversaciones entre labradores y pobladores de nuestros términos.

Algunos de estos topónimos se habrán perdido o cambiado, otros permanecen en legajos olvidados (en las escrituras de compraventa entre particulares figuran muchos de ellos).

Afortunadamente, el Catastro sale a nuestro encuentro a la hora de sacarlos de sus recónditos registros, recuperarlos y hacerlos visibles.

La digitalización de su información facilita esta recuperación.

Harina de otro costal es que los topónimos se incorporen a los mapas y planos oficiales y, más complicado aún, que se usen coloquialmente entre los pobladores de estos lugares, tal como se emplearon en su día.

Algo que puede resultar más lento si tenemos en cuenta que el campo ya no es lugar de encuentro para los vecinos de cada localidad. Nadie trabaja en el campo.

Lo hacen las máquinas en fracciones de tiempo cada vez más cortas.

Debido a una superficie de 679,84 hectáreas, que es la que corresponde al término de Perogordo; a su cualidad orográfica; a las particularidades geológicas de esta zona y a su relieve característico de piedemonte, entre otros factores, cuenta este término una riqueza paisajística que a su vez es fuente de riqueza toponímica como veremos a continuación.

Es cierto que la parte occidental de su término ha sufrido la invasión de elementos ajenos a la Naturaleza y a los usos agrarios tradicionales.

Instalaciones fotovoltaicas, estaciones de transformación eléctrica, centro de transformación de residuos de la construcción, autovía de circunvalación de la ciudad de Segovia, vía del tren de alta velocidad (TAV), fábrica de productos químicos, ahora convertida en cementerio de maquinaria industrial; todo ello sembrado por columnas metálicas para soportar tendidos eléctricos que coronan los cielos del término de esta localidad.

A todo esto hay que añadir los daños en el sistema fluvial, tanto de superficie como subterráneo.

En contra de lo que pudiera parecer, el subsuelo de este término ha sido muy rico en corrientes de agua, fuentes, manantiales perennes, humedales, arroyos… algo que podemos comprobar por su toponimia: Abrevadero del Caño Guedán, Las Fuentecillas, Fuente Zapatera, Fuente de las Arenas, Fuente del Valle, El Cacerón, El Reguerillo, Caño Guedán… y también en Surco Largo, tiene origen el Arroyo El Valladar.

A todo esto hay que sumar el Arroyo de Tejadilla, que discurre por el término de Perogordo en toda la parte que linda con el de la ciudad de Segovia.

Todo ha sido destruido en pocos instantes por nuestra forma de entender el progreso.

Hemos recibido, tras miles de años de transmisión sin alteración, un entorno natural generoso y atractivo y en un abrir y cerrar de ojos, lo hemos arrasado.

Los regidores de la ciudad de Segovia, todos sin excepción, han causado graves daños ecológicos y paisajísticos, ya irreparables, a esta zona, convertida en vertedero de lo que nadie quiere para sí.

No existe en la ciudad de Segovia un entorno tan maltratado como el del término de Perogordo, del que gran parte ya está perturbado por la industrialización del paisaje.

A pesar de ello, en esta serie se procurará que éste no sea el tema principal, y sí el de rescatar la riqueza toponímica y, en la medida de lo posible, también la belleza paisajística de lo que nos queda.

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Mapa oficial del término de Perogordo en el año 1923.

Instituto Geográfico Nacional de España.

En esta cartografía, el paraje El Hocino lo incluye en el término de Madrona y al que nosotros nombramos comúnmente con este nombre y perteneciente al término de Hontoria, aquí se identifica como Ladera de la Cueva del Grajo.

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