En
esta edición Carlos nos llevó a Emilio Asenjo, un buen hombre,
muy querido en Madrona por muchas razones.Vinculado a Madrona desde hace
varias décadas, nos contó los avatares de la trashumancia,
con detalles vividos por él mismo. Su hablar sosegado y claro,
como su temple, hizo que todos le prestáramos una especial atención.
Antes
de su exposición, participó como uno más de la sandía.
Despúes
de la introducción de Carlos, tomó la palabra Emilio.
Nos
ilustró y nos hizo pasar un buen rato, porque supo intercalar anécdotas
graciosas, no todo iba a ser un relato de penas. Muy hábil. Y fue
muy aplaudido. Gracias Emilio.
Ambrosio con uno de sus nietos. No se pierden una.
Foto
de Grupo para cerrar la marcha.
